Amazon planea recortar hasta 30.000 puestos de trabajo a partir del próximo martes, en un movimiento destinado a reducir gastos y ajustar la sobrecontratación registrada durante la pandemia, según publica Reuters. La cifra representa cerca del 10 % de su plantilla corporativa, que suma unos 350.000 empleados, y afectará a varias divisiones, incluidas Recursos Humanos (People Experience and Technology, PXT), operaciones, dispositivos y servicios, así como a Amazon Web Services (AWS).
El consejero delegado de Amazon, Andy Jassy, ha impulsado una estrategia para reducir lo que considera un exceso de burocracia, incluyendo la disminución de puestos intermedios, y ha promovido la automatización de tareas rutinarias mediante inteligencia artificial, una medida que, según la compañía, podría generar nuevos recortes en el futuro. La decisión se produce en un contexto de crecimiento más moderado de AWS, que aumentó sus ventas un 17,5 % en el segundo trimestre, frente al 39 % de Azure de Microsoft y el 32 % de Google Cloud.
El alcance final de los despidos todavía no está definido y podría variar según las prioridades financieras de la empresa. La medida llega después de un programa que exigía la vuelta de los empleados a la oficina cinco días a la semana, que no ha generado la rotación esperada. Algunos trabajadores que no cumplen esta obligación están siendo considerados como renuncias voluntarias, sin derecho a indemnización, lo que supone un ahorro para la compañía.
A pesar de los despidos, Amazon se prepara para la temporada navideña y contratará 250.000 empleados temporales para reforzar sus almacenes y operaciones, al igual que en los dos años anteriores. Además, la compañía ha anunciado cambios internos en su unidad PXT para reforzar iniciativas de diversidad, principalmente mediante ascensos a nuevos roles.










