Carme Artigas, exsecretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial y actual co-chair of the AI advisory body of the United Nations ha defendido, en el evento MSP Global 2025, en Tarragona, la necesidad de regular la inteligencia artificial, al tiempo que ha subrayado que esta nueva revolución tecnológica en la que nos encontramos “no es diferente a otras que hemos vivido desde la Revolución Industrial”, aunque reconoce que “esta vez el cambio es más profundo y complejo”.
Artigas ha explicado que cada revolución tecnológica “plantea retos en la economía y en la sociedad”, por lo que resulta necesario introducir nuevas leyes. Sin embargo, ha advertido sobre el delicado equilibrio entre regular “demasiado pronto” y “demasiado tarde”: “Si regulamos demasiado rápido, obstaculizamos la innovación; si lo hacemos demasiado tarde, quizá no podamos revertir el daño”.
Según la directiva, la regulación de la IA debe servir para “prevenir el daño social, proteger los derechos fundamentales y evitar el monopolio y el control”. En su intervención, ha destacado que las nuevas generaciones de IA, especialmente la IA generativa y la IA agéntica, suponen un cambio sin precedentes: “Antes las máquinas no entendían textos, imágenes ni voces. Ahora ya son mejores que los humanos en comprensión lectora, reconocimiento de imágenes y lenguaje”.
Artigas ha subrayado tres factores que hacen de esta tecnología algo distinto: su impacto transversal en todos los sectores industriales, su irrupción en las industrias creativas y el desafío de la confianza. “La IA representa un riesgo enorme para la ciberseguridad y la privacidad, pero sobre todo para la confianza social. Por eso debe regularse”, ha afirmado.
Frente a las críticas que acusan a la Ley de IA de frenar la innovación en Europa, Artigas ha sidi tajante: “No tiene fundamento. La ley no se aplica a la I+D ni al preentrenamiento de modelos, solo cuando un producto está a punto de lanzarse comercialmente”. Además, ha recordado que la mayoría de grandes tecnológicas han firmado el código de prácticas, “todas, excepto Meta”.
La exsecretaria de Estado ha destacado también el Plan de Acción del Continente de la IA, que incluye cinco áreas estratégicas: infraestructura informática, datos, desarrollo de algoritmos, habilidades y simplificación burocrática. “La UE está invirtiendo miles de millones en construir infraestructura para perfeccionar los modelos de IA. Ya contamos con 11 fábricas de IA en Europa y se licitarán cinco gigafábricas más”, ha detallado.
En materia laboral, Artigas ha advertido que la IA tendrá un fuerte impacto: “Habrá sustitución total de algunos empleos, asistencia en otros y aumento de capacidades en muchos casos”. Ha recalcado la necesidad de “formar a los trabajadores antes de que sus habilidades queden obsoletas” y de “fomentar la confianza del consumidor a través del cumplimiento normativo”.
También ha hecho hincapié en la importancia de mantener los datos industriales europeos en suelo europeo y en la creación de espacios de datos compartidos para impulsar la innovación. “La batalla por la IA es, en realidad, una batalla por los datos y la energía. Europa debe mantener el control sobre sus datos industriales”, ha afirmado.
Artigas además ha resltado la iniciativas AI on Demand, que ofrece acceso a conjuntos de datos y algoritmos, y el servicio de asistencia única de la Oficina Europea de IA, destinado a orientar a las empresas durante el proceso de adaptación.
En el ámbito global ha defendido la creación de un panel científico internacional para la IA que garantice la transparencia y la gobernanza global de la tecnología: “La concentración del poder en pocas manos es el mayor riesgo. Basándonos en monopolios de datos, estamos construyendo monopolios de IA. Eso debe regularse”.
Artigas ha concluído con un mensaje de compromiso: “Regular la IA no es un lujo, es una necesidad. No podemos permitir que todo lo técnicamente posible ocurra. La regulación europea no solo protegerá a los ciudadanos, también generará confianza y oportunidades para las empresas. Hagamos que la inteligencia artificial sea verdaderamente beneficiosa para la humanidad”.











