Las empresas conviven hoy con un escenario cada vez más complejo: los atacantes ya no dependen de virus tradicionales para comprometer sistemas. Les basta con utilizar herramientas legítimas del propio entorno —como PowerShell o WMI— para camuflar sus acciones y pasar inadvertidos. Según Bitdefender, más del 80 % de los incidentes relevantes ya incluyen este tipo de técnicas, conocidas como Living off the Land (LOTL).
El reto para los responsables de TI no es menor: ¿Cómo protegerse de algo que, en apariencia, no parece una amenaza?
Con este desafío en mente, Bitdefender presentó hace unos meses GravityZone PHASR, una solución que no se limita a reaccionar ante alertas, sino que reduce de manera dinámica la superficie de ataque. La clave está en un hardening automatizado que aprende cómo trabajan usuarios y aplicaciones y ajusta los privilegios de forma inteligente.
Menos ruido, más valor para la gestión
Uno de los problemas habituales de los equipos de TI es la sobrecarga de alertas y tareas manuales. PHASR cambia el enfoque: en lugar de añadir más notificaciones, bloquea de raíz los intentos de uso malicioso. Esto se traduce en menos ruido operativo y más tiempo para que los equipos puedan centrarse en prioridades estratégicas.
Para la dirección de TI, esto supone una doble ventaja: se gana en seguridad y, al mismo tiempo, en eficiencia, sin entorpecer la productividad de los usuarios ni complicar la gestión.
Seguridad alineada con la regulación
En paralelo, la presión normativa sigue creciendo. Reglamentos como NIS2, DORA, RGPD o el AI Act obligan a las organizaciones a demostrar control y trazabilidad sobre sus entornos digitales. PHASR contribuye a cumplir con estas exigencias al ofrecer visibilidad sobre accesos y privilegios, y facilitar la preparación de auditorías. Todo ello desde la consola unificada de GravityZone, sin necesidad de sumar nuevas herramientas ni costes extra.
Una plataforma que simplifica y optimiza
La propuesta encaja en la estrategia global de Bitdefender: consolidar la ciberseguridad en una plataforma unificada. Con PHASR, la compañía refuerza GravityZone como un entorno que combina prevención, cumplimiento y visibilidad bajo un mismo paraguas, ayudando a reducir costes asociados a la dispersión de soluciones.
En definitiva, PHASR no es solo una innovación técnica, es una respuesta estratégica a los desafíos que afrontan hoy las direcciones de TI: reducir el riesgo real, garantizar el cumplimiento normativo y optimizar recursos en un momento en que las empresas deben hacer más con menos.











