Cloudera cumple una década en la región de Iberia. Diez años que Juan Carlos Sánchez de la Fuente, regional VP para España y Portugal de la compañía, describe como vertiginosos en los que el dato se ha convertido en la esencia para las organizaciones, en un momento en el que Cloudera se ha posicionado como la única compañía capaz de proporcionar una plataforma para gestionar los datos, independientemente de donde se encuentren, ayudando a sus clientes a extraer el máximo valor de los mismos.
Nacida en 2008, algunos de sus hitos pasan por 2015 con su llegada a Iberia. 2019 con la fusión de uno de sus principales competidores: Hortonworks. 2021, año en el que la compañía se vuelve privada o 2024, al abrir oficialmente su oficina en Madrid. Y en medio de todo ello, un continuo crecimiento sostenido que hoy se eleva a los dos dígitos.
Según el último estudio que ha llevado a cabo la compañía, en el que han participado 3.500 personas de Norteamérica, Europa y Asia, sólo un 9 % de los encuestados afirman tener una visión completa de sus datos. Entre las limitaciones que presentan figuran la integración de los datos, en el 37 % de los casos; el rendimiento del almacenamiento y la potencia de la computación (estos dos últimos con el 17 % cada uno).
Para Cloudera la integración de los datos es clave ya que es la esencia de la compañía, recuerda Juan Carlos Sánchez de la Fuente. “Consideramos la interoperabilidad clave y queremos colaborar con otras soluciones, ayudándoles a buscar la mejor con el fin de integrarla con el resto de ecosistemas”, confirma. Sobre los problemas que las organizaciones admiten tener en cuanto a la capacidad de cómputo, el directivo señala que esto muchas veces tiene que ver los ecosistemas y cómo están las arquitecturas. “Nosotros tenemos un motor en el que separamos el cómputo del almacenamiento para que, si una empresa necesita muchos datos y poco cómputo, pueda seguir con ese tipo de inversión y viceversa”, avanza.
El estudio también aborda dónde se ubica la información de las compañías. Aquí se observa una tendencia más conservadora en la que se ve una evolución de que llevar todo a la nube no siempre es lo mejor porque no siempre es lo más económico y eficiente. Por otro lado, la evolución de las arquitecturas, destacando una simbiosis en la evolución. (El 52 % de las empresas opta por la nube pública y un 24 % por el datalakehouse)
Las principales ventajas de la arquitectura híbrida es otro de los puntos tratados que deja tres reflexiones: en entornos regulados con datos privados hay que revisar concienzudamente donde ponemos el dato. Esto es fundamental para el 62 % de las organizaciones. La gestión optimizada del dato y su disponibilidad de una manera eficiente, asegurando que tenemos el control total de mismo sin depender de terceros, preocupa al 55 %. Y, por último, mayores capacidades analíticas (para el 54 %).
En el ámbito de la seguridad al 50 % le intranquiliza la fuga de datos en el entrenamiento. En este sentido Juan Carlos Sánchez de la Fuente reconoce que en este sentido Cloudera siempre habla de la IA privada porque exponer datos de las organizaciones a cualquiera de las soluciones comerciales sin control, es un riesgo.
Los encuestados también mencionan su preocupación por los accesos no autorizados (48 %) y las herramientas de terceros no seguras (43 %). La seguridad llega a Cloudera de la mano de su solución open source con un coste de licenciamiento al contar con una capa de administración, seguridad y control, asegurando una evolución sobre los componentes open source, avanza el directivo.











