El futuro de la conectividad inalámbrica pasa por wifi 8, un nuevo estándar que redefine las prioridades del wifi tradicional para ofrecer una experiencia más robusta, confiable y adaptada a los desafíos del mundo real. Así lo reconoce Rolf De Vegt, vicepresidente de Estándares Técnicos de Qualcomm Technologies.
El directivo señala que wifi 8 ha nacido como respuesta a las nuevas necesidades que conlleva la IA: redes más dinámicas, resilientes y energéticamente eficientes, ofrece una conectividad inalámbrica que se acerca cada vez más al comportamiento y fiabilidad de una red cableada. Lejos de centrarse únicamente en la velocidad máxima, wifi 8 (basado en el futuro estándar IEEE 802.11bn, previsto para 2028) prioriza la confiabilidad ultraalta, la baja latencia y un rendimiento constante incluso en entornos móviles, congestionados o propensos a interferencias.
Una de sus innovaciones clave es su enfoque en la movilidad sin interrupciones. Gracias al concepto de dominios únicos de movilidad, los dispositivos podrán mantenerse conectados de forma continua al desplazarse entre distintos puntos de acceso, sin experimentar cortes ni pérdidas de rendimiento, representando un salto fundamental para casos de uso críticos, como vehículos autónomos, drones o robots móviles.
Otra de las mejoras significativas que ofrece es la capacidad del nuevo estándar para dar cobertura confiable en el borde de la red ya que wifi 8 está diseñado para mantener conexiones estables y de alta calidad incluso en los límites de cobertura o en zonas con señal degradada, mediante una serie de mejoras técnicas en la capa física del protocolo.
En entornos de alta densidad como estadios, aeropuertos o edificios multifamiliares, wifi 8 introduce una coordinación más inteligente entre múltiples puntos de acceso. A diferencia de generaciones anteriores el nuevo estándar permite una gestión colaborativa del espectro, reduciendo la interferencia y mejorando la experiencia del usuario final en condiciones de congestión. Asimismo, aborda el creciente desafío de la coexistencia entre tecnologías inalámbricas dentro de un mismo dispositivo fluido y evitar conflictos entre tecnologías.
Por último, wifi 8 también apuesta por un uso más inteligente de la energía, con mejoras diseñadas para reducir el consumo tanto en dispositivos cliente como en puntos de acceso. Esto es clave para prolongar la autonomía de wearables, sensores, smartphones y dispositivos de IoT, así como para reducir el impacto energético en redes residenciales y empresariales, asegura Rolf De Vegt.
Sus ámbitos de aplicación serán amplios y estratégicos, avanza. “En el sector empresarial, permitirá habilitar espacios de trabajo inteligentes y móviles, soportando operaciones autónomas, analítica en tiempo real y colaboración remota con fiabilidad total”, enfatiza.











