Los portátiles, smartphones, tabletas, dispositivos IoT, servidores o puntos de venta forman parte de nuestra vida. Dispositivos conectados a la red conocidos como endpoints, que se han convertido en una extensión más de nuestro trabajo.
La pandemia trastocó todo. También la seguridad. El teletrabajo puso punto final al perímetro tal y como lo conocíamos. El endpoint pasó a ser el nuevo perímetro. La vida personal y profesional se volvió prácticamente una y la inseguridad aumentó, poniendo en peligro los datos corporativos. Los ciberdelincuentes se percataron de ello aumentando sus ataques de ransomware, el malware, lanzaron nuevas amenazas… El mundo empresarial se tornó más vulnerable y el endpoint se convirtió en objeto de deseo de los hackers, reafirmando a los expertos en su idea de que este es un punto de entrada fácil a la red para los ciberdelincuentes. Potenciar su seguridad se ha convertido en una máxima para evitar el acceso a la información confidencial, al robo y la pérdida de datos o al bloqueo de los equipos, por poner algunos ejemplos.
Entre las principales herramientas de protección para endpoints destacan las plataformas de protección de terminales (EPP). Gartner estima que a finales de 2023 su uso en la nube estará por encima del 95 %.
En su cuadrante mágico EPP (Endpoint Protection Platform), plataforma de protección de terminales, la consultora ha posicionado durante varios años a VMware Carbon Black como visionarios, elogiando su consola nativa en la nube y el enfoque de la oferta de agente único de VMware Carbon Black que cumple con las cuatro capacidades de EPP: múltiples enfoques de detección y corrección de amenazas, datos de amenazas en tiempo real, marco de integración y gestión centralizada.
También destaca su protección contra el malware de transmisión y EDR para detectar y evitar que los ciberdelincuentes ataquen una organización en tiempo real. Y sus API personalizadas que permiten a los equipos de TI integrar capacidades de seguridad de varias soluciones.
Y es que, tal y como VMware señala, con Carbon Black las organizaciones pueden acceder directamente a todos sus endpoints para identificar cualquier vulnerabilidad o configuración del sistema y recibir actualizaciones continuas sobre los riesgos para sus políticas de configuración para que puedan tomar las medidas necesarias para salvaguardar la integridad de la compañía.