La nube híbrida es la protagonista indiscutible del mundo empresarial. Datos aportados por VMware así lo avalan: más del 90 % de las organizaciones utilizan una estrategia multinube y la mayoría combina el uso de nubes públicas y privadas. Esto añade un riesgo que hay que gestionar, pero no siempre se actúa de la forma correcta.
Entre las acciones más comunes que pueden poner en peligro a las organizaciones figuran la falta de visibilidad a la hora de comunicar y conectar las cargas de trabajo. Falta de visibilidad que afecta también al departamento de operaciones de TI a la hora de ver las vulnerabilidades. Todo ello junto a los silos tecnológicos y de procesos que facilitan las malas e inseguras configuraciones.
No podemos obviar otras carencias. El mundo tecnológico avanza a tal velocidad que lo que antes era óptimo hoy ha quedado obsoleto. Los antivirus tradicionales no sirven en el mundo cloud. Y el análisis tradicional no detecta las configuraciones erróneas en el mismo. ¿Qué hacer? Desde VMware aconsejan cambiar de mentalidad y aceptar el cambio de paradigma.
Y en ese cambio hacia una seguridad óptima tres son los pasos recomendables: mejorar la visibilidad, acelerar la recuperación y simplificar la seguridad.
¿Están preparadas las empresas para abordar los retos presentes y futuros? Proteger las cargas de trabajo en la nube es fácil si se lleva a cabo una seguridad intrínseca que permite obtener una información completa.
VMware puede hacer el camino más llevadero hacia esta seguridad con tres elementos fundamentales:
* Su plataforma de protección de cargas de trabajo nativa de nube VMware Carbon Black Cloud.
* Su plataforma de virtualización vSphere para modernizar las cargas de trabajo.
* Y VMware NSX Advanced Threat Prevention, elemento fundamental para analizar el tráfico de red, detectar y prevenir intrusiones.