Los ciberdelincuentes van en busca de su propio “Dorado”: el endpoint

Nuevos tiempos, nueva era. En el mundo tecnológico lo que ayer era una novedad hoy deja de serlo porque se impone una nueva realidad.

2020 será recordado como el año de la covid-19. El de una pandemia en la que muchos no creían y otros consideraban que podría pasar de puntillas. Hasta que nos impactó de lleno. Y nos cambió la manera de vivir, de trabajar, de pensar…

En la inseguridad de un mundo cada vez más marcado por unos ciberdelincuentes que se mueven a sus anchas en la Red, atrincherándose en una Internet oscura que hoy es su paraíso, el mundo empresarial se torna de una fragilidad absoluta. La covid-19 lo ha demostrado, una vez más.

Atrás quedaron los tiempos en los que “los más remolones” se negaban a dar un paso hacia la transformación digital. A invertir en seguridad. A hacerse fuertes ante un enemigo invisible que iba ganando un precioso terreno y le hacía cada vez más invulnerable.

En este 2020 dos son esos enemigos invisibles: la covid-19, que arrasa con nuestras vidas y, por ende, con nuestra economía. Y unos ciberdelincuentes que van en busca de su propio “Dorado”. Y parece que lo han conseguido, ante el gran número de ataques que están llevando a cabo con el cebo de la pandemia.

Pero en este 2020 también hemos descubierto algo importante. Que nuestra capacidad de adaptación como empresa es total, gracias a la tecnología. Que aquellos que están más digitalizados son los que menos problemas están teniendo, no solo para vencer las dificultades sino para dominar el mercado. Y que las vacunas son fundamentales para la supervivencia. Pero no solo las que nos mantendrán con vida como personas. También las que salvarán al mundo empresarial.

A punto de finalizar un año nefasto, digno de olvidar si no fuera por el rastro que va a dejar a nivel personal y empresarial, hoy más que nunca, las organizaciones y los encargados de su seguridad, deben poner a cada una de sus compañías la vacuna apropiada. Y comenzar por los más vulnerables, que en el segmento empresarial es el endpoint.