La transformación digital que llegó de la mano de la pandemia a diferentes sectores, también se asentó en el de educación. Con el estado de alarma los centros docentes, desde las escuelas a las universidades, cerraron sus puertas físicas para abrir una ventana hacia el mundo digital. Y una gran mayoría sin estar preparados para vivir esta apasionante experiencia. Según un estudio publicado el año pasado por la Conferencia de Consejos Sociales de las Universidades Españolas (CCS) y la Red de Fundaciones Universidad-Empresa, tan solo entre un 20 y un 30 % de los colegios estaban preparados. Un 38 % en el caso de las universidades.
Los 15 días previstos de clases virtuales dieron paso a tres meses en los que los profesores también tuvieron que recibir formación para impartir clase a través de nuevas herramientas como Google Classroom, Zoom o Teams, por poner algunos ejemplos. Aunque estos no fueron los únicos problemas. La falta de dispositivos, de conectividad o de seguridad, por poner algunos ejemplos, también se unieron. Y, al igual que sucede en el mundo empresarial, al recuperar la normalidad deseada, volver hacia atrás no será posible. Hay cosas que han llegado para quedarse y una parte virtual permanecerá.
Seguridad, clave en el proceso
La urgencia del primer momento llevó a trasladar el día a día educativo al entorno digital. Después vendría el refuerzo de la red, la conectividad y la ciberseguridad. Una ciberseguridad más que necesaria si tenemos en cuenta que hay que proteger a los menores de los peligros de la Red. A los casos de cyberbulling puede unirse el software malicioso oculto en los números documentos que los profesores tienen que subir a las diferentes plataformas, por poner algunos ejemplos. O la utilización por parte de los alumnos de los dispositivos personales de sus padres que, en muchos casos, no cuentan con la seguridad adecuada para el entorno escolar, facilitando a los hackers la suplantación de identidad o la descarga de aplicaciones maliciosas.
En el lado de las instituciones educativas el reto pasa por reforzar sus sistemas para garantizar la privacidad del dato y proteger sus redes privadas virtuales, potenciando la gestión y el almacenamiento seguro del material didáctico en la nube.
Soluciones de ciberseguridad
Fortinet ofrece una solución para cada necesidad en el ámbito educativo.
Los centros escolares de educación primaria y secundaria están integrando un mayor número de dispositivos en las aulas. Esto les lleva a la necesidad de hacer que las redes de los centros escolares cuenten con una seguridad total desde el dispositivo hasta la nube, algo que Fortinet consigue con Fortinet Security Fabric, proporcionando seguridad para los datos críticos y la información personal que se almacena en estos centros educativos.
Los centros escolares que cuentan con varios campus tienen la necesidad de ofrecer una red segura a cada uno de ellos de manera individual. Mantener un control y visibilidad centralizados se convierte en una máxima. Para estos casos, Secure SD-WAN de Fortinet ayuda a ofrecer una transformación completa del perímetro de la red WAN con funciones de optimización, manejo de aplicaciones y gestión unificada de la seguridad en todos los campus.
Proteger al alumnado de cualquier amenaza, también física, es esencial. Fortinet ayuda en esta combinación desde un único panel, permitiendo a los centros escolares evaluar rápidamente la actividad en toda la red y en el campus.
Y si hablamos del cumplimiento normativo que tienen que cumplir los centros escolares, pueden llevarlo a cabo con FortiManager y sus herramientas de generación de informes automáticas, con un único panel de gestión, por poner algunos ejemplos.
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